El presidente de Ecuador, Rafael Correa, inauguró hoy en Quito un centro para controlar a tiempo real la actividad de todos los campos petroleros del país y detectar posibles derrames.
En el acto inaugural del Centro de Monitoreo y Control Hidrocarburífero (CMCH), Correa aseguró que este espacio servirá para "controlar y regular la actividad del petróleo", con la finalidad de evitar que "se estafe al Estado, evitar ineficiencias, corruptelas, derrames, daños ambientales", entre otros.
El centro, cuya construcción costó 7,2 millones de dólares, servirá para vigilar la actividad tanto de las empresas públicas, PetroEcuador y PetroAmazonas, como de las privadas.
El Centro será gestionado por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH) y cuenta con tres salas diferentes: una sala de control, otra de crisis y una de análisis 3D.
La sala de control vigila a tiempo real la actividad de la industria de hidrocarburos; la de crisis administra y gestiona cuestiones de carácter crítico; mientras que la de análisis de 3D visualiza los modelos geológicos, sísmicos y esquemas de simulación matemática de los campos, entre otras funciones.
Correa señaló que con este centro se podrá saber sólo con diez segundos de diferencia lo que sucede en los campos y, por ejemplo, se podrá detectar más rápidamente donde hay un derrame y actuar prácticamente al momento, lo que contribuye a la creación de "este país verde" por el que apuesta el Estado.
Asimismo, resaltó que esta obra hace real la Constitución ecuatoriana, porque es el Estado quien controlará la actividad petrolera, lo que significa que hasta "la última gota de petróleo será para el beneficio de su dueños, el pueblo ecuatoriano".